El
secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se agarra al sillón, no
quiere dimitir por nada en el mundo, y se avendrá a lo que le digan.
Después de una campaña histérica, en el 20 D se quedó en 90
diputados, como nunca, y bailando el tango de cuesta abajo.
Nuestro
hombre quiere vender el fracaso como un éxito, como todavía somos
alternativa; pero ahí está Susana Díaz, la presidenta de la Junta
de Andalucía, la mujer, que dicen, más manda en Andalucía y en el
PSOE para exigirle la autocrítica, castigar al perdedor y
descabalgarlo del puesto al que ella aspira.
La
Sra Díaz no solo es una aparatichi de cuidado, sino que ante
sus conmilitones, los "barones" territoriales va de
ganadora, cuando temiendo por su futuro le entró el canguelo ante
Podemos y convocó elecciones anticipadas el pasado 22 de marzo.
Entonces,
el PSOE solo obtuvo 47 diputados, los mismos que tenía su antecesor
y mentor, el Sr. Griñán, frente a un PP que cayó de 50 a 33
diputados, mientras IU se quedaba con 5, Podemos irrumpía con 15
escaños y los de Ciudadanos con 9.
Entonces,
la Sra Díaz tuvo que pasar por el trago de esperar 80 días para
lograr la investidura, y a la que se prestó el camelo de C's , tanto
que sin ser socio de gobierno van de escuderos fieles.
Porque
los atestados y el tufo de corrupción que rodea a la Junta de
Andalucía sigue ahí, mientras la comisión de investigación de la
corrupción que presiden C's está de brazos cruzados. Para no tener
no tienen ni lista de comparecientes.
Una
de las frases lapidarias de la Sra Díaz y prueba de su caletre es
aquella de que "ganar es ganar y perder es perder". La
cuestión sin embargo es que cuando ella cogió el PSOE-A en 2012,
con Griñán -que deja el cargo por la corrupción- el PSOE-A tenía
el 40% de los votos, y ahora se encuentra en el 31%, a solo 2,4
puntos de diferencia del PP. Y todo, con una ley electoral que prima
el bipartidismo de PP y PSOE.
La
Sra Díaz se jacta de la cruzada que lleva contra Podemos en nombre
de "la unidad de España", de rechazo al derecho a decidir
y al referéndum catalán, cuando este derecho democrático no
conduce a romper, sino a convivir en la diversidad de las Españas
como proyecto de país.
Por
eso, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, con buen criterio, ha
equiparado el agresivo discurso españolista de Susana Díaz al
de la pepera Esperanza Aguirre.
comparativa mercado laboral Andaalucía y España |
A
la Sra Díaz se le llena mucho la boca de España pero no hace nada
parar poner a Andalucía en la cabecera de la macroeconomía
española; como lo prueba el hecho de que Andalucía sea la región
con más paro y la que ha perdido más puntos de convergencia durante
la crisis.
Así,
el PIB anual por andaluz descendió un 10,2% entre los años 2007 y
2014. El PIB per cápita andaluz es el 74% de la media española, y
Andalucía se encuentra a la cola, por debajo de la tasa de
crecimiento anual del PIB tanto de España como de la Unión Europea,
ambas cifradas en el 1,4%.
En
fin que la Sra Díaz no mira por Andalucía; simplemente echa balones
fuera y utiliza el trampolín reaccionario y demagógico de "la
unidad de España" para situarse en Madrid. Tal es la estrategia
del Susanato.