La
manifestación feminista del pasado 7 de noviembre ha sido la
primera en su género en el Estado español. Cerca de medio millón
de personas abarrotaron el centro de Madrid de todas las provincias y
comunidades autónomas, y recorrieron el paseo del Prado y la Gran
Vía; una gran pancarta la presidía con el lema: "Contra las
violencias machistas" en las cuatro lenguas oficiales españolas.
El
manifiesto denuncia las 1.300 mujeres asesinadas desde 1995. Demandan
el cumplimiento del Convenio de Estambul sobre los derechos de las
mujeres, que la lucha contra el machismo se eleve a cuestión de
Estado, la recuperación vital, social y económica de las víctimas
de la violencia de género, que se retire la patria potestad a los
maltratadores y que la custodia compartida deje de ser obligatoria.
Gritos
y letreros de la marcha: "A la mujer que no lucha no se la
escucha": "No se han muerto, las han asesinado"; "No
es arrebato , es asesinato"; "Nos queremos dignas, nos
queremos vivas"; "Denuncia el maltrato"; "Machismo
cobarde, terrorismo"; "No más muertes por ser mujeres";
"No estamos todas, falta las muertas"; "La lucha será
feminista o no será".
El
letrero de Rocío, una niña de 4 años era toda una declaración de
principios: "Yo no soy una princesa, soy una guerrera. Y
voy a ser la mujer que me dé la gana ser".
El
pasado mes de julio se conoció un informe demoledor de Naciones
Unidas relativo a la situación de las mujeres en España, debido al
alarmante retroceso sufrido en los últimos años; y por lo que
instaba al Gobierno a cumplir los compromisos internacionales en
materia de igualdad de género.
Es
más, según algunos observatorios, el número de feminicidios en
España casi duplica a los asesinatos de la violencia machista
reconocidos oficialmente. Cosa que se atribuye al hecho de que la Ley
Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de género solo considera la violencia machista ejercida en
el ámbito de la pareja.
Asimismo,
el hecho de que las denuncias disminuyeran durante estos
últimos años, de 18.866 en el año 2010 a 13.304 en 2014 se
atribuye a una "estrategia neopatriarcal" destinada a
disuadir a las víctimas.
"Ni
una mujer menos, ni una muerta más", es ya un clamor
internacional; una consigna de lucha acuñada en 1995 por SusanaChávez, poeta y activista mexicana asesinada en el año 2011 por
denunciar los feminicidios cometidos en su país.
La
misma consigna que, el pasado mes de junio (2015), presidió otra
histórica marcha en Argentina y otros países latinoamericanos. Y en
la que participó otra feminista mexicana insigne, Marcela Lagarde, a
la que debemos, entre otras aportaciones, la creación del término
feminicidio y su incorporación el año pasado al diccionario de la
Real Academia Española.
Fdo:
Encarna Ruiz Galacho
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