"Francisco
Franco, Caudillo de España por la gracia de Dios". Así rezaba
la moneda de curso legal durante el franquismo. Franco murió de
viejo el 20 de noviembre de 1975, ahora hace 40 años. Siendo por
ello el régimen fascista de mayor duración de la Europa del Sur y
el que dejó, después de Camboya, el mayor número de desaparecidos
por motivos políticos.
Franco
fue un militar golpista. Se levantó en armas contra la legalidad de
la II República española, convirtiendo el
"pronunciamiento", típico de los espadones del siglo XIX,
en guerra civil, a la que aplicó la violencia y la salvajada del
colonialismo rifeño y africanista que abanderaba. Junto al modelo
del terror nazi.
La
jerarquía de la Iglesia católica apostó por la conspiración
militar contra la República, cuyo laicismo le resultaba pecaminoso,
y santificó a la Guerra Civil (1936-1939) en términos medievales de
"Cruzada". Desde los púlpitos, el clero reaccionario
español de ayer no era muy distinto al de los imanes extremistas de
hoy que empujan a la guerra santa.
Por
eso algunos historiadores inciden más en el factor militar-clerical
que en el componente propiamente fascista, aportado por el
falangismo, aunque los tres estuvieron presentes en la Guerra Civil,
"la matanza fundacional" del régimen de Franco. Porque
matar fue el santo y seña -hasta el final- de un dictador que
entraba en los templos bajo palio.
Según
el engaño sostenido por la historiografía franquista no fueron los
golpistas los causante de la Guerra Civil sino la propia República,
por ser un régimen laico y progresista.
resultados electorales periodo pre-guerra civil |
Y
esto, porque al igual que después de la violación o el asesinato de
una mujer, el machismo sentencia que la mujer se lo tenía merecido,
y que tenía que acabar mal, los franquistas aseguran que la
República tenía que acabar en la Guerra Civil.
sección femenina |
Prueba
de su gran mentira es la cantidad ingente de documentos que los
franquistas destruyeron, junto a los numerosos archivos a los
que no se tiene todavía acceso, cosa que fue denunciado el año
pasado por el relator especial de Naciones unidas, Pedro de Greiff.
Por
ello, en lugar de una Comisión de la Verdad, los franquistas no
dudaron tras la muerte de Franco en agenciarse la impunidad,
autoamnistiándose mediante una Ley de amnistía a su medida (1977).
Las
derechas que, como el PP y Ciudadanos, son tan demócratas que
no condenan el franquismo ni quieren debate sobre la Memoria
Histórica. El Gobierno de Rajoy se jacta de derogar en la
práctica la Ley de Memoria de Zapatero, dejando en manos de
familiares y asociaciones las exhumaciones e identificación de los
45.000 restos de víctimas que se encuentran al menos en 2.382 fosas
republicanas.
El Mapa de la Memoria es un proyecto abierto y colaborativo que, a través de un mashup de Google Maps, permite geolocalizar fosas comunes, restos de simbología franquista, centros de detención e internamiento y otros elementos relacionados con la Guerra Civil Española. |
Los
de Ciudadanos que se creen más modernos repiten los tópicos
archiconocidos del PP: que del pasado hay que olvidarse, que no
desean saber nada de vencedores y vencidos, o que la Memoria
Histórica es una "murga" de la izquierda "rancia".
En
cambio, se quedan mudos cuando el Gobierno del PP, gasta dinero e
ideología en repatriar los restos de la División Azul; una división
de infantería del fascismo español que combatió con el ejército
nazi alemán contra el pueblo ruso en la II Guerra Mundial.
Pero
los vencidos que siguen en las fosas comunes y en las cunetas claman
por la Verdad y la Justicia. Las asociaciones y la ciudadanía que
los defiende demandan una ley de Víctimas del Franquismo porque
Franco fue un genocida.
Fdo:
Encarna Ruiz Galacho
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