sábado, 1 de octubre de 2016

EL PSOE DESCOSIDO Y SIN COMPOSTURA

Costaba imaginar años ha, que el PSOE, el principal partido del régimen de 1978, el partido decano, tuviese la descomposición que tiene en lo ideológico y , sobre todo, un personal dirigente tan pérfido y despreciable. Por ello, también, ha sido el partido más afectado por la crisis social y del bipartidismo PPSOE, iniciada tras el surgimiento del movimiento 15-M (2011) y la aparición del fenómeno Podemos (2014).

De inmediato, la oligarquía española reaccionó, viendo el peligro; pretendiendo hacer de Ciudadanos un Podemos de la derecha, por un lado, y dejando al  PSOE, por otro, la misión de frenar a Podemos y sus confluencias.

Desde 2014 la militancia del PSOE había elegido secretario general a Pedro Sánchez en primarias, por primera vez; sin saber, al parecer que de los tres candidatos, Sánchez era también el elegido por la vieja guardia y los barones regionales como su hombre de paja. Pues, el cargo, en plenitud de facultades, estaba reservado para la baronesa regional, Susana Díaz, que, a su vez fue la que presentó más avales en aras del paripé.
La vieja guardia del PSOE encabezada por el ex presidente y ex consejero de Gas Natural, Felipe Glez, se comprometió en dejar gobernar a la derecha, ya fuese por la vía de la coalición con el PP después del 20-D,  o de la abstención en la investidura de Mariano Rajoy tras el 26-J. Y para ello, se impuso la tarea de tutelar el partido, por medios de los barones regionales afines, y desde el grupo de presión mediático Prisa, con el diario El País y la cadena SER a su servicio.
Claro que,  el esquema del hombre de paja se vino abajo al postularse Sánchez para ser candidato a la presidencia de gobierno en los comicios del 20-D. Lo cual era lo habitual en la historia del PSOE, que secretario general y presidente de gobierno fueron juntos, y en este caso la única oportunidad que tenía nuestro hombre de seguir siendo secretario general.
Y a sabiendas de lo cual,  los barones regionales le impusieron los requisitos que le ataban de pies y manos para formar gobierno con Podemos y ser presidente. En ese momento Sánchez tenía que haber puesto pie en pared, pero en lugar de eso se puso a hacer cabriolas con Ciudadanos, para formar un gobierno de centro derecha, y  encima que Podemos le diese un cheque en blanco.
Sánchez pensó mejorar su posición en la convocatoria de una segundas elecciones generales, pero los resultados del 26-J le dieron 85 escaños, cinco menos que el 20-D;  cosa que a la vieja guardia y a los barones les pareció estupendo para que Sánchez, lejos de ser alternativa de gobierno, entrara por el aro de la abstención a la investidura de Rajoy.
Pese a todas las presiones, en las que las mediáticas se han llevado la palma, Pedro Sánchez dijo No en la 1ª y en la 2ª investidura de Mariano Rajoy.  Luego, sus oponentes se mantuvieron -durante las campañas del 25-S en Galicia y Euskadi-, al pairo de incrementar los malos resultados electorales, para lanzarse a la yugular.
Esperaban la consigna de Felipe Glez y El País, que ya venían pidiendo la dimisión del secretario general del PSOE, pero que tras los comicios elevaron el tono, el uno poniéndolo de "mentiroso" y el otro de "insensato sin escrúpulos"; al tiempo que con la dimisión en bloque de 17 miembros de la Ejecutiva, pretendían destituir a Sánchez por la vía de dejarlo en minoría.
Y así servirle en bandeja su cabeza al PP corrupto de Rajoy...

Fdo: Encarna R.Galacho

1 comentario: