El
pasado 5 de octubre salieron de España un pequeño grupo de
internacionalistas hacia Rojava. Entre ellos va nuestro amigo, el
malagueño y dirigente sindical, Manuel García Morales, que nos
informan con su diario. El viaje ha sido promovido por la Asociaciónde Solidaridad UNADIKUM.
Los
kurdos son una nación sin Estado que cuenta con 30 millones de
personas repartidas entre Turquía, Iraq , Siria e Irán. En 1970 el
Iraq de Sadam les concedió un régimen autónomo a los kurdos de su
territorio, pero desde la Guerra del Golfo (1991) estos kurdos se
aliaron con Estados Unidos; son los kurdos que vende petróleo a
Israel a través de Turquía, y no son molestados por los terroristas
criminales del Estado Islámico . O sea que hay kurdos y kurdos.
Nuestros
amigos hicieron escala en Estambul y Ankara antes de llegar a Erbil,
una ciudad antiquísima, con un modernísimo aeropuerto, y un millón
de habitantes, y un enorme auge de edificación. Hay montones de
pisos vacíos recién construidos y montones de edificios a
medio construir.
En
Ankawa, el barrio cristiano-caldeo, tropezaron con una manifestación
contraria a la venta de alcohol en el barrio, porque acuden grupos de musulmanes de Erbil a emborracharse. Y esto da una pequeña
idea de la difícil convivencia de etnias y religiones, y cómo las
grandes potencias las aprovechan para la guerra interminable en
Oriente Medio.
Estando
en Erbil, el 7 de octubre, sobrevolaron por sus cabezas los misiles
rusos disparados contra las posiciones del Estado Islámico (EI).
Pues a solo 50 kilómetros se encuentra Mosul, la 3ª ciudad más
importante de Iraq, con dos millones de habitantes y en poder del EI.
El
10 de octubre atravesaron en una barcaza el río Tigris, que separa
Iraq de Siria en la zona del Kurdistán. Rojava es la región
autónoma kurda, situada al norte de Siria y fronteriza con Iraq y
Turquía , y gobernada por el Partido de la Unión Democrática y su
milicia, la Unidad de Protección del Pueblo. Y gracias a lo cual han
derrotado y hecho retroceder al Estado Islámico.
El
sistema social de Rojava es la democracia participativa, en la que
las mujeres desempeñan un papel destacado y por eso es conocida como
la "Revolución de las Mujeres". En el "LLamamiento de
solidaridad con la revolución en Rojava", que hemos recibido,
dejan claro que no invocan el concepto de revolución en falso.
"Invitamos
-dicen-a personas, organizaciones, colectivos, a participar en
nuestra lucha de liberación no solo de los kurdos por su tierra,
sino principalmente del poder del Estado y del capitalismo y el
patriarcado". Y continúan:
"Nuestra
región vive desde hace 4 años en resistencia popular a la guerra.
El Estado Islámico no es solo un ataque armado, apoyado con todo
tipo de medios técnicos modernos, contra las fuerzas de resistencia
(...) sino que es un ataque intelectual e ideológico, que representa
la cumbre de la mentalidad patriarcal monopolista y autoritaria,
anti-mujeres, anti-jóvenes y contra el conjunto de la sociedad".
"En
la lucha contra el sistema patriarcal peleamos también contra las
formas de opresión y abusos: el mismo modo de pensamiento que puso
al hombre sobre la mujer, también puso a aquellos que tiene el poder
por encima del pueblo, y al ser humano por sobre la naturaleza, en
una jerarquía de violencia y abusos. Luchar contra el sistema
patriarcal, para nosotros, significa igualmente luchar contra la
mentalidad autoritaria y reaccionaria".
"Aquí
hay sufrimiento sin duda, pero aquí también hay alegría. Hay
alegría y orgullo porque un pueblos se ha alzado contra los abusos".
Seguiremos
informando de esta Rojava tan silenciada por los medios, no solo por
ser una revolución, sino porque en ella las mujeres desempeñan un
papel más importante que en ninguna otra. Y ojalá la revolución
triunfe sobre la guerra.
Fdo:
Encarna Ruiz Galacho
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