martes, 14 de julio de 2015

SOBRE LAS ELECCIONES MUNICIPALES DE 1979.EL PACTO DE IZQUIERDA (II)

       El 3 de abril de 1979 tuvieron lugar los primeros comicios locales del posfranquismo. Hubo que esperar al referéndum de la Constitución monárquica  (diciembre de 1978), para recorrer así el camino inverso del que, en abril de 1931, condujo a la II República. 


Las derechas y por ello el partido gobernante, Unión de Centro Democrático (UCD), temían al voto de las grandes ciudades, ya penalizadas en la ley electoral, por un lado, y con el retraso de los comicios locales, por otro. En este caso, la jugada de UCD fue, la de convocar elecciones por partida doble, primero, las legislativas el 1 de marzo y las locales después, el 3 de abril, a fin de que las primeras neutralizaran a las segundas. Pero la supuesta astucia le saldría mal en las dos consultas.



En las legislativas de 1979, UCD sacó el 34,84% de los sufragios, con lo que apenas mejoró los resultados del 15-J de 1977 (34,44%), logrando 2 escaños más;   el PSOE obtuvo tan solo poco más de un punto ( 30,40%)  y 3 diputados más, pues dos años antes había sacado el 29,32%;  mientras el Partido Comunista de España (PCE) que en 1977 había obtenido el 9,37% y 19 escaños ganó algo más de un punto y 23 diputados.  Aunque a los que les fue rematadamente mal fue a los neofranquistas de Alianza Popular, ahora denominados Coalición Democrática, que bajaron del 8,2 al 6,05 por ciento. En consecuencia, los resultados de los grandes partidos apenas se modificaron, tal como preveía la dirección del PCE, nada partidario de la convocatoria de las legislativas del 1 de marzo. En cambio, lo que sí resultó sorprendente en aquellos comicios fue la triunfante irrupción de los partidos regionales y nacionalistas, deseosos de copar la España de las Autonomías.


En esa tesitura, las expectativas de los comicios locales del 3 de abril tropezaron con una baja participación, el 62,5%, una de las menores, y con resultados electorales nada asombrosos. UCD, el partido que las había estado retrasando, volvió a ser el partido más votado, con el 31,46%,  tres puntos por debajo de los obtenidos en las legislativas; el PSOE, con el 28%  también perdió dos puntos, si bien en comunidades  como Madrid y Valencia obtuvo el 39,39% y el 35,55% respectivamente, pero no llegó al 20% ni en Euskadi, Galicia y  Canarias. En cambio, los comunistas del PCE y los comunistas catalanes (PSUC) lograron  2.139.603 votos en el conjunto nacional , equivalente al 12,83%, siendo sus mejores resultados regionales los de Cataluña (20,25%), y Andalucía (17,69%.)

A la vista de lo cual e  inmediatamente después de los comicios,  el pacto municipal de PSOE y PCE se encargó de reducir drásticamente los resultados de UCD, que solo logró retener  la alcaldía en 24 ciudades, y de ellas 20 capitales de provincias. El pacto, de izquierdas firmado el 18 de abril y abierto a otros aliados,  permitió gobernar más del 70% de las ciudades, siendo el PSOE su principal beneficiario, que obtuvo la alcaldía de 23 capitales de provincia, encabezadas por Madrid y Barcelona,  y de numerosas diputaciones provinciales. Todo un poder institucional que le serviría de trampolín para dar 3 años después el salto al gobierno autonómico de Andalucía y al gobierno central, en octubre de 1982.

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