La Federación Estatal de Foros por la Memoria han lanzado la campaña "No votes franquismo" para denunciar a las fuerzas políticas que no condenen la Dictadura de Franco ni reconozcan a las víctimas. La semana pasada se celebró el II Encuentro estatal de Colectivos de Memoria Histórica y Víctimas del Franquismo y más de 80 colectivos suscribieron la "Carta de Vicálvaro".
Convocatoria del encuentro estatal de colectivos de Memoria Histórica y de víctimas del Franquismo |
Precisamente, en la página web del Ministerio de Defensa del Reino de España tenemos todavía la apología de un aviador golpista, Joaquín García Morato, y sus "hazañas" en la sublevación militar fascista contra la II República. Y esto, mientras los gobiernos españoles se dedican a darle clases de democracia a otros países.
Y hasta dicen, como el "socialista" y ex presidente del Gobierno Felipe González, que la dictadura de Franco, en tiempos del Tribunal de Orden Público, y la de Pinochet eran más respetuosa con la legalidad y los derechos humanos que la Venezuela del presidente Nicolás Maduro.
La derecha española no ha condenado ni el golpe fascista del 18 de julio de 1936 ni la represión de la dictadura franquista, lo que explica que tenga los mismos intereses y simpatías por los golpistas civiles y militares de otras latitudes. Como lo prueba el rápido apoyo que le brindó el Partido Popular de Aznar al fallido golpe de 2002 contra la democracia venezolana, donde los golpistas llegaron a secuestrar al propio presidente Hugo Chavez Frías.
Además del enemigo interior que ha sido siempre la clase trabajadora, la derecha española necesita tener un enemigo exterior, cosa que antes cumplía la Unión Soviética y que hoy le toca a la Venezuela bolivariana. Porque "los hermanos venezolanos", que dice Rajoy, son la clase alta, los ricachos del lugar, los delincuentes causantes de la "guerra económica", con la que pretenden desestabilizar el país al igual que hicieron con el Chile de Salvador Allende.
Aprovechando estos meses de gobierno en funciones y en un acto de dudosa legalidad, Rajoy le ha concedido la nacionalidad española a unos cuantos "hermanos venezolanos", caso de la hermana y el cuñado del belicoso político Leopoldo López, encarcelado por instigación al golpismo. Justo al que Albert Rivera quiso ver en su visita a Venezuela y en realidad no vio a nadie ni nadie le recibió, pero el hombre se empeña en "explotar" ese culebrón.
Salvo la derecha española y su prensa reaccionaria, a la beligerante oposición venezolana nadie los considera demócratas, sino más bien "confesos delincuentes". Una oposición de derechas que pide la intervención extranjera, la sublevación del Ejército y el derramamiento de sangre, y que se dedica a la fuga de capitales, al contrabando y el tráfico ilegal de divisas.
En Venezuela hay 200.000 españoles, compatriotas que marcharon con el exilio provocado por el golpe militar franquista de 1936, y a los que repugna la injerencia de la derecha española. Por eso, en un gesto que le honra, el ejecutivo vasco, Agustín Otxotorena, que vive en Caracas, viene publicando en facebook una página personal, donde muestra con fotografías que el desabastecimiento de alimentos no afecta para nada a los supermercados de la clase alta y media alta, que siguen gozando de estándares de vida igual o superiores a los europeos.
Por eso es del todo incomprensible que el Gobierno de Nicolás Maduro no haya tomado medidas más contundentes, de tipo anticapitalista, como tantas veces ha solicitado la izquierda venezolana. De seguir como hasta ahora, serán las derechas, que allí se dicen "socialdemócratas", las que socaven el apoyo de las masas trabajadoras a la revolución y se acabe lo que se daba.
Fdo: Encarna Ruiz Galacho
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