jueves, 21 de abril de 2016

LOS PANAMA PAPERS Y LOS PARAISOS FISCALES.

Los Panamá Papers son la mayor filtración de información de delincuentes fiscales hasta ahora conocida,  pues como se ha dicho por los analistas "nadie usa una empresa fantasma (offshore) con buenas intenciones, sino para delinquir". El despacho Mossak Fonseca, de donde proviene la filtración, se publicita como "especialistas en la construcción y gestión de empresas pantalla, especializadas en la ocultación de identidades y patrimonios". Además esa firma es sospechosa de colaborar con actividades de blanqueo procedentes del tráfico de drogas.

Son más de once millones de documentos y su publicación está afectando a muchos políticos de las derechas a escala internacional, caso del primer ministro inglés Cameron, del presidente argentino Macri, del presidente ruso Putin, y otros, que no dimitieron de sus puestos. Todos ellos son neoliberales que consideran que los impuestos están para que los paguen la masa de la población pero no las élites gobernantes y poderosas a las que esos sujetos pertenecen.

No podía faltar la lista de los "chorizos" españoles en los Panamá Papers. Desde Pilar de Borbón, la tía del Rey, su cuñado Urdangarin y Torres, su socio en el caso Noos, otros de la trama Gürtel, los Pujol, Blesa ex presidente de Caja Madrid y las tarjetas Black, Soria, el ex ministro de Industria y responsable del PP de Canarias, Rodrigo Rato, el ex ministro de Economía y Hacienda de Aznar, Corinna, la amiga del ex Rey Juan Carlos. Y los que se espera. Pues como decía el movimiento del 15-M, en esta España "no hay pan para tanto chorizo".
Con la globalización y la desregulación neoliberal crecieron los paraísos fiscales en el mundo, estos son, los países que tienen mercantilizada su soberanía nacional. Se cifran los paraísos fiscales en unos 60 como mínimo, y tanto Estados Unidos y Europa los tienen en su propio territorio. Aparte del caso clásico de Suiza, en Europa tenemos unos cuantos, sin ir más lejos, España limita al norte con uno, Andorra, y al sur con otro, Gibraltar.
Y como ejemplo de lo bien que nuestros gobiernos tratan a esos focos de delito, tenemos que el gobierno del PP firmó con Panamá un acuerdo en 2013 para la lucha contra la delincuencia en el que no citaba los 2 delitos más comunes de un paraíso fiscal, el blanqueo de dinero y la evasión de impuestos.
Y sin olvidar que el gobierno del socialista Rodríguez Zapatero le llegó a retirar a Panamá la condición de paraíso fiscal a fin de retener los suculentos contratos de las constructoras españolas en el Canal.
Debido a la fuga de impuestos hacia los paraísos fiscales el fisco español pierde 190.000 millones de dólares cada año. El fisco español grava las rentas del trabajo y el consumo pero no la del capital. Y esto explica que en España 13,5 millones de personas se encuentren en riesgo de pobreza o exclusión social, y que la pérdida media del poder adquisitivo de los salarios españoles haya sido del 5,3% entre 2009 y 2014.
Algunos analistas han cuestionado la validez de las revelaciones de los Panamá Papers tanto por ser agentes del capitalismo internacional, especialmente norteamericanos y alemanes, los que la han puesto en circulación, por un lado, y porque priman los datos delictivos de los políticos, más que sobre otros sectores de las clases dominantes, caso de la banca y las finanzas, incluso de la industria mediática.
Pero nada de eso le resta importancia a unas revelaciones que son en esencia un producto de las "contradicciones internas" de la globalización neoliberal. Y como tales son también las formas en que las derechas "trabajan" para las izquierdas.


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