El pasado 2 de febrero fueron a la huelga los trabajadores del Metro (Transportes Metropolitanos de Barcelona) a cuenta de la negociación de un nuevo convenio colectivo. La huelga fue secundada masivamente por la plantilla, pero no obtuvieron respuesta satisfactoria en los puntos de lucha contra la precariedad y la congelación salarial. Por ello decidieron de manera asamblearia -comité de empresa, sindicatos y trabajadores- la convocatoria de huelga de 24 horas para los próximos 22 y 24 de febrero, aprovechando el impacto del Congreso Mundial de Móviles que se celebrará en la ciudad esas fechas.
El Metro es una empresa pública : está participado por el Ayuntamiento de Barcelona y por la Generalitat de Catalunya, sin por ello dar ejemplo de buenas prácticas. La precariedad aumentó en los últimos años en un 50%, hay trenes sin conductores, estaciones sin mantenimiento, y otras que se encuentran sin personal para atenderlas.
En la brecha salarial, los trabajadores pierden poder adquisitivo mientras los directivos aumentaron su sueldo en un 14,25%. O sea, como si fueran directivos de las empresas privadas famosas del IBEX 35. Y esos sueldazos se cobran a cambio de congelar y rebajar salarios a los trabajadores, además de ser los directivos los que diseñan las fórmulas más increíbles de empeorar las condiciones de trabajo, amparándose en las contrarreformas laborales.
En el caso de los trabajadores del Metro barcelonés son las siguientes: 1) los principales contratos temporales y parciales son del 37%, 40% y 55% de la jornada laboral actual; 2) los trabajadores que están en la "bolsa de verano" suelen tener contratos de trabajo de 3 meses al año y con los que se pueden llevar de 8 a 10 años; 3) por cada 2 trabajadores que se van con jubilación completa entra un "relevista", que son trabajadores con contratos al 75% de la jornada laboral; y 4) este contrato dura 4 años, al final de los cuales vuelve a la "bolsa de verano" a esperar otro contrato similar, pues solo después de varios contratos de ese tipo pasan a tener una plaza fija.
Esa situación es, justo, la que quieren revertir los trabajadores y por lo que piden: el aumento de la plantilla de trabajadores, reducir los plazos de permanencia en la bolsa de verano, eliminar el 2º contrato de "relevista" de manera que al término del primer contrato pasen a formar parte de la plantilla fija.
Desde el colectivo asambleario de precarios Metrers Precaris-, señalan que el nuevo Ayuntamiento de Barcelona están siendo presionados por la "pinza" que le hacen los socialistas catalanes (PSC) y los del partido de Pujol (CiU), por un lado, y los directivos por otro, que a su vez son controlados por esos mismos partidos. Recordemos que los directivos hicieron un comunicado en el que acusaban a lucha contra la precariedad y los bajos salarios de "estrategia oportunista".
Para empezar, un buen modelo de servicio público No puede ser el "cementerio de elefantes" para los partidos políticos de turno, ni tener "más jefes que indios". Porque son esos elementos los que arruinan cualquier economía con los sueldazos que se ponen.
Fdo: Encarna Ruiz Galacho
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