jueves, 21 de enero de 2016

LA ESCALADA MILITAR CONTRA EL PUEBLO KURDO. POR EL CESE INMEDIATO DE LA MASACRE


La escalada militar contra el pueblo kurdo. Por el cese inmediato de la masacre. El Gobierno turco del  islamista Recep Tayyip Erdogán intensificó desde el mes de julio las operaciones militares contra el pueblo kurdo y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

MANIFESTACIÓN KURDA EN DÜSSELDORF EL PASADO DICIEMBRE

Desde el 16 de agosto  al 6 de enero se registraron, 56 toques de queda en 20 distritos de  7 ciudades distintas en el Kurdistán turco. Los toques de queda sumaron 277 días y durante los mismos 156 civiles perdieron la vida, decenas de personas resultaron heridas y otras muchas fueron víctimas de las redadas nocturnas.
Solo en las ciudades de Cizre y Silopi unos 10.000 militares, entraron a sangre y fuego,  apoyados por tanques y artillería, incluso aviones y helicópteros. Los militares amenazan a la población kurda con que si no se va de sus casas será masacrada. Y de hecho la región está viviendo una oleada migratoria que huye de la violencia, la mayor desde 1990.
SITUACIÓN GEOESTRATEGICA ZONA DE CONFLICTO

A finales de diciembre tuvo lugar una manifestación en Düsseldorf, en la que participaron 15.000 kurdos de Alemania y países vecinos, de rechazo a la campaña militar que sufren sus compatriotas. También fue denunciado que la Unión Europea entregue a Erdogán 3.000 millones de euros para contener a los refugiados y solicitudes de asilo. Un pacto ya criticado por Amnistía Internacional.
A comienzos de enero fueron asesinadas por la actuación policial en Silopi, las activistas Seve DEMI, miembro de la asamblea parlamentaria del Partido de las Regiones Democrático (DBP); Fatma UYAR, del Congreso de Mujeres Libres (KJA), y Pakize NAYIR, copresidenta del Consejo Popular de Silopi.
MANIFESTACIONES DE PROTESTA POR EL ASESINATO DE LAS ACTIVISTAS KURDAS.

A renglón seguido  medio millar de  profesores universitarios suscribieron el manifiesto "No queremos formar parte de este crimen" en el que denuncian ante la opinión pública internacional lo que consideran una "masacre planificada", y exigían al gobierno de Erdogán la vuelta a la mesa de negociaciones con el PKK  que lucha por el autogobierno.
El manifiesto ha superado las 2.000 firmas y cuenta con el apoyo de intelectuales de talla internacional, caso de Noam Chomsky, David Harvey, Inmanuel Wallerstein y Judith Butler, entre otros. Y ante lo cual el Ejecutivo turco reaccionó enfurecido. Erdogán tachó a los firmantes de "traidores", de "cómplices del PKK", de "terroristas", "quintacolumnistas", y "ateos".
Al menos 22 académicos fueron arrestados y otros 130 docentes e investigadores fueron sometidos a investigación criminal; y en los centros educativos se abrieron expedientes a decenas de profesores. Unos dos mil abogados se ofrecieron a defender gratis a los detenidos.
A los académicos represaliados se sumaron los estamentos profesionales del Colegio de Médicos de Estambul, asociaciones de psicólogos, medio millar de periodistas, 700 artistas de teatro y cine, y 184 escritores que piden el fin de la impunidad en la violación de los derechos humanos.
Incluso el embajador de EEUU, John Bass, criticó los arrestos y recordó que "en sociedades democráticas es imperativo que los ciudadanos puedan expresar sus opiniones aunque sean controvertidas o impopulares".

ULTRANACIONALISTAS TURCOS MANIFESTANDOSE EN ESTAMBUL
Entre tanto, grupos ultranacionalistas turcos se dedican a marcar con una "X" roja las puertas de los despachos y departamentos de los profesores firmantes del manifiesto, y ponen letreros alusivos. Hasta un antiguo cabecilla del crimen organizado, próximo a la campaña de represión gubernamental, amenaza a los intelectuales diciendo: "Vuestra sangre correrá a raudales y nos daremos una ducha con ella".
Visto lo cual, la Unión Europea, después de remolonear, condenó la detención de los académicos turcos en nombre de la libertad de expresión y las obligaciones que impone el derecho internacional, los derechos humanos y el derecho humanitario. ¡Difusión y solidaridad!

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