El
parlamento andaluz destina 5.059.450 de euros a las retribuciones de
sus 109 diputados según su presupuesto. Cada diputado cobra una
mensualidad de 3.020,29 euros y otras cantidades a tenor del cargo.
Entre esas cantidades se encuentran el cobro de dietas por
manutención y alojamiento, las cuales depende en teoría de la
distancia entre su lugar de residencia y el Hospital de las Cinco
Llagas, en Sevilla, sede de la Cámara autonómica.
Estas cantidades
fijas, o sea que no hay que justificar oscilan entre 800 euros
y 1.640 euros mensuales, si bien el devengo de las mismas es
semanal, según el régimen económico en vigor. Añádase que las
dietas en cuestión son tan fijas que se cobran sin trabajar, caso de
los meses de enero y agosto en los que no funciona la Cámara.
Pues
bien, ha tenido que llegar un nuevo partido como Podemos para poner
sobre el tapete el tema de las dietas y de camino cuestionar los
privilegios de los que dicen servir al pueblo y que se
comportan poco menos que como sanguijuelas del erario público. A
este grupo parlamentario le honra, además, haber donado 14.400
euros, correspondientes a las dietas de sus 15 diputados, a la
ONG Educo, sostenedora de comedores escolares en las ocho provincias
de la región. Y esto en la perspectiva de proponer la reforma del
Reglamento del Parlamento para que el dinero de las dietas se cobre
en función del gasto real que supongan. Es más, la secretaria
general de esta nueva formación en Andalucía, Teresa Rodríguez,
subrayó en los medios de comunicación tres ideas importantes al
respecto:
1) el compromiso de su grupo parlamentario con la renuncia
a los privilegios que tienen como diputados.
2) el rechazo a que la
política se conciba como trampolín vitalicio para el lucro
personal, en lugar de una dedicación voluntaria y temporal.
3) la
exigencia del grupo parlamentario de vivir como sus representados,
que son la ciudadanía trabajadora y decente que han de representar.
Huelga
decir que ninguno de los grupos del arco parlamentario ha secundado
la ejemplaridad de Podemos. En el caso de Izquierda Unida hay que
anotar que tampoco combatió como debía los privilegios que nos
ocupan, y por ello no cumplió con la misión educativa respecto al
erario público, esto es, no convertir a este último, en un medio de
lucro personal u organizativo. Pues el hecho de que los 5 diputados
de IU no dispongan de las dietas, por ejemplo, debido a los problemas
económicos de la coalición no es algo nuevo, aunque ahora sea más
acuciante tras el desplome electoral. Algo que se ha venido
justificando en nombre de la izquierda menesterosa, carente de
medios económicos, pero que olvidaba el obligado respeto al erario
público y por ende a los contribuyentes que no son, precisamente,
los grandes capitales sino la población trabajadora.
Finalmente,decir
que no me he molestado en la crítica a la casta de profesionales y
vividores de la vieja política en la que se sitúa el PSOE-A; y que
no poco se han servido de la “O” de obreros, a modo de
engañabobos de los "sociolistos", y por ello imposible de ser un
referente mínimamente ético. O sea lo dicho.
Fdo:
Encarna Ruiz Galacho
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