martes, 18 de agosto de 2015

CUANDO LAS DESGRACIAS NO VIENEN SOLAS


En la noche del pasado 22 de julio fueron desalojados del Parlamento andaluz por la Policía Nacional los 45 alcaldes de Izquierda Unida que se encerraron en la llamada sala de uso múltiple; pero por lo visto la sala en cuestión no hace del todo honor a ese nombre, al no incluir en los usos el de encerrarse en ella. La cosa pasó desapercibida porque no todos los medios se hicieron eco,  porque después de estar en un gobierno bipartito con el PSOE, hay quienes le aplican a las contadas protestas de IU el refrán de ir por lana y salir trasquilado, cosa de la que se encargan, en primera instancia, sus antiguos socios de gobierno.




El motivo del encierro de los alcaldes era protestar por el  cambio de criterio  de la Junta sobre unos  planes de empleo. Solo pensaban en un encierro de 24 horas, pero salieron sin ofrecer resistencia visible. La Policía fue requerida por el presidente de la Cámara autonómica, el socialista Juan Pablo Durán, como no podía ser de otra manera, el cual desoyó la petición del coordinador regional y portavoz del grupo parlamentario de IU, Antonio Maíllo, que acompañaba en su encierro a los regidores. El Sr. Durán se escudó en que la sede parlamentaria no estaba para esos trotes y que así fue estipulado por la Mesa del Parlamento hace 6 años, o sea,  el 30 de octubre de 2009.

En esa tesitura los de IU se encontraron sin argumentos a su favor, por aquello de que  cuando, posteriormente, el bipartito PSOE-IU tuvo ocasión de revocar el citado acuerdo de la Mesa no lo hizo. En consecuencia, el Sr. Maíllo tuvo que remitir el conflicto planteado a la falta de “sensibilidad” y de “mano izquierda” del  presidente de la Cámara. El problema es que tendrán que ir con pies de plomo. Porque tampoco revocaron el asunto de las dietas de los parlamentarios, ni el de las cesantías de los miembros del gobierno de la Junta. Precisamente, también en el mes de julio se conoció las cesantías de 100.000 euros a los dos ex altos cargos de IU en el bipartito de marras: el ex vicepresidente Sr. Diego Valderas y el del ex consejero de Turismo y Comercio, Sr. Rafael Rodríguez. Como los demás, ambos cesaron muy a su pesar al ser destituidos por la presidenta de la Junta.

Con el gasto en cesantías se dice evitar que los ex altos cargos no caigan en la tentación de las “actividades privadas, directamente relacionadas con expedientes sobre los que hayan dictado resoluciones en el ejercicio del cargo”. O sea,  para evitar, a costa de erario público, que caigan en la corrupción y la inmoralidad de las puertas giratorias por la que tantos políticos pasan a la nómina de la empresa privada que beneficiaron en el desempeño del cargo público, o que pueden beneficiar en el futuro.

Al final no solo cabe compadecerse del desplome electoral de IU en Andalucía (reducida a 5 diputados autonómicos), sino el que haya estado a punto de no tener ni grupo parlamentario, por mor de una ley restrictiva que aprobó para otros estando en el bipartito. Pues con esa falta de generosidad pensaba cortarle el paso a la competencia y encarar  los nuevos fenómenos.

Fdo: Encarna Ruiz Galacho

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