Los comicios del
24 de mayo (locales y autonómicos en trece de las diecisiete
comunidades autónomas) no fueron de infarto pero sí de quiebra del
bipartidismo de PP y PSOE, que descienden del 71,3% de los votos en
2007 al 52% en 2015. Cabe esperar por tanto que siga la tendencia a
barrerlos prosiga en las elecciones generales del próximo mes de
noviembre. PP y PSOE pierden, en valores absolutos, 3,3 millones de
votos, de los que corresponden al PP 2,4 millones, aunque siga
siendo el partido más votado, a nivel municipal y autonómico, y
supere en 400.00 votos al PSOE; y obviamente el efecto de la quiebra
signifique que la derecha se encuentra dividida, y con Mariano Rajoy,
como presidente del partido PP y del Gobierno en las cuerdas, carente
de legitimidad. Por ello, el invento de Ciudadanos, el "partido
pijo" espera su turno, para servir de recambio al PP y de
comodín si se tercia al PSOE.
Porque aunque se
note menos, el PSOE también ha recibido un buen varapalo al perder
775.000 votos y retroceder en las grandes ciudades; pero los
socialistas cuentan con más margen de maniobra que los del PP para
gobernar sin mayoría absoluta, debido a que todavía en el
electorado hay franjas, no sabemos si crédulas con la "O"
de obrero, que lo consideran progresista y menos corrupto, pese a que
la jueza Alaya ha sentado en el banquillo de los imputados a buena
parte de la plana mayor de la Junta de Andalucía.
El
PP ha perdido plazas emblemáticas en las que llevaba más de 20 años
gobernando, caso de Madrid, en cuyo Ayuntamiento llevaba la friolera
de 24 años. Y esperemos que lo desaloje al fin la candidatura de
confluencia o de unidad popular Ahora
Madrid, encabezada
por Manuela Carmena y apoyada por Podemos; igual ocurre en Barcelona,
donde triunfó la candidatura liderada por Ada Colau y en otras
ciudades, caso de Cádiz, A Coruña y Zaragoza.
Además de
canalizar estos éxitos del municipalismo, Podemos entra en los 13
parlamentos que estaban en juego, si bien en calidad de tercera
fuerza, y obtiene los mejores resultados en las autonómicas de
Madrid, Asturias, Aragón y Baleares. De manera que si en las
autonómicas andaluzas obtuvo el 14,8% en los de 24-M la horquilla
estaría entre el 15-20%.
Otra cuestión es
que Izquierda Unida se desploma en las autonómicas, saliendo de los
cuatro parlamentos regionales de los 8 donde tenía representación;
sale de los de Madrid, Murcia, Valencia y Extremadura y se queda con
1 diputado en Aragón, otro en Castilla-León, 2 en Navarra y 5 en
Asturias. Los resultados son mejores a nivel municipal, donde solo
pierde 400.000 votos y obtiene 2.214 concejales, situándose como 4ª
fuerza a nivel estatal. Sin olvidar las candidaturas de confluencia
donde logra mejorar resultados, siendo esta la perspectiva de
supervivencia más empírica a ojos vista.
Pero si Podemos,
con apenas dos años de vida, ha llegado mucho más lejos que IU en
toda su larga trayectoria, no estaría mal que tomaran nota de sus
aciertos y de sus errores: por el lado de Podemos conviene corregir
la tendencia juvenil a creer que el monte es orégano, y por el lado
de IU procede enfrentarse a la realidad pura y dura. Porque si en la
Gran Recesión que atravesamos IU no ha ido más allá del 6% de los
votos, conviene pensar que algo viene fallando. En el caso de las
autonómicas, parece claro que el electorado ha rechazado que sus
votos sirvan de muleta al PSOE, caso de Andalucía, o que sirvan para
dejar que gobierne el PP, caso de Extremadura.
Para
terminar, hay que saludar que Podemos haya puesto en primer plano
el mensaje de lucha contra los privilegios y los vicios de la vieja
clase política, empezando por las reducciones sustanciales de
sueldos a los cargos públicos y la reducción al 50% de sus asesores
de partido y de personal de confianza. Y esto en la línea del cambio
que ha de hacerse a favor de un gobierno barato e insobornable, en
sintonía con la decencia y la identidad de una izquierda genuina.
firmado: Encarna R.Galacho
NEOTEMPLARIOS
ResponderEliminarLos de “Nuevas Generaciones” (jajaja) del PP están subvencionados para que rastreen todos los correos, twits, facebooks… de los últimos 30 años de la gente de Podemos, para ver de sacar lo que puedan: ¡Eso es para ellos hoy servir a la Patria!
Y los democráticos-periódicos-de-la-derecha no van a dejar de magnificar cualquier mota que vean en nuestros ojos, porque así, entre otras muchas ventajas tapan el que se hable de las vigas que tienen en los suyos, y sus chanchullos miles.
Y ningún otro partido va a aguantarse a cobrar menos de todo-lo-que-puedan, mientras nos ofrecen sus privilegios para que poco a poco vayamos metiéndonos en su saco, y cuando queramos hablar: ¡Pues vosotros, también!…¡y tú más!
O sea que si Podemos queremos poder (hablar, que es el poder en el que creemos, los demás poderes los tienen todos ellos), tendremos que ser como los Templarios: Guerreros y Santos: Austeros, ejemplares, sin tacha por una parte, y luchadores incansables contra corruptelas, trampas y leyes hechas para unos pocos desde hace cientos de años, por la otra.
Y aún así, saber que a esta gente les causa placer el crucificar…desde hace mucho tiempo.