La
Comuna de París fue un gobierno de trabajadores del último tercio
del siglo XIX. A decir de algunos autores aquellos eran unos
trabajadores similares al precariado que en este siglo XXI se está
generalizando. Además el gobierno comunero era un gobierno plural
surgido del movimiento insurreccional que siguió a la derrota de
Napoleón III en la guerra franco-prusiana (1870-71), y un gobierno
de corta duración, desde el 18 de marzo al 28 de mayo de 1871, al
verse truncado por un final sangriento y sanguinario a manos de la
reacción burguesa enemiga.
En
sintonía con el enfoque marxista, la Comuna de París fue
considerada la primera revolución del proletariado moderno, además
de ser la única revolución de ese signo que Carlos Marx y Federico
Engels conocieron en vida. Siendo así que el mejor análisis en vivo
de la Comuna sería, justamente, el realizado por Carlos Marx en sus
informes a la Asociación Internacional de Trabajadores,
posteriormente recopilados en su obra, La
guerra civil en Francia.
"La
Comuna estaba formada - diría Marx- por los consejeros municipales
elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la
ciudad. Eran responsables y revocables en todo momento". Y más
adelante: "Desde los miembros de la Comuna para abajo, todos
los que desempeñaban cargos públicos debían desempeñarlos con
salarios de obreros".
La
democracia de la Comuna era el exponente de un gobierno republicano
y de un "gobierno barato", tal como correspondía a "un
gobierno del pueblo y para el pueblo".
Dicho
lo cual, importa destacar el carácter avanzado de su democracia y de
sus medidas que tanto alarmaron a sus enemigos y que hoy todavía
siguen siendo difícilmente digeribles para las democracias
liberales. Y más en la española donde cohabita con la antigualla de
la monarquía, en cuanto "lastre normal y disfraz indispensable
de la dominación de clase".
1) Medidas socio-económicas:
supresión del trabajo nocturno en la panadería; prohibición de las
multas a los obreros por los patronos con diversos pretextos, al
objeto de mermar los salarios; moratoria sobre alquileres de
viviendas, cancelación de deudas por ese motivo, y confiscación de
viviendas vacías; entrega a las asociaciones obreras de los
talleres y fábricas cerrados o abandonados por la huida o el boicot
de sus propietarios; guarderías para los hijos de las obreras y
pensión vitalicia a las esposas que se separaban de sus maridos.
2) Medidas políticas: supresión
del servicio militar obligatorio; separación de iglesias y Estado;
expropiación de los bienes de las iglesias; laicismo en la educación
pública y obligatoria; y de fraternización con el trabajador
extranjero.
3) La democracia de la Comuna
consistía en: a) la
elección de los consejeros municipales por sufragio universal; b)
desempeño de sus cargos con salarios de obreros , y c) su
revocabilidad, ya que ante la pérdida de confianza de sus electores
podían ser depuestos.
Se
trata por tanto de una corrección en toda regla de la democracia
representativa liberal, en la que, como se sabe, los cargos electivos
considerados representativos no se caracterizan por el lema
zapatista de "mandar
obedeciendo", pues
en la relación burguesa de representantes y representados "los
que mandan no obedecen y los que obedecen no mandan".
Queda
por saber por qué los partidos políticos de inspiración marxista
hicieron tan poco uso de los análisis de Marx, pero ese es otro
cantar.
Firmado
Encarna Ruiz Galacho.