El tiempo de trabajo es fundamental para el capitalismo y para todas las economías y formas de producción social. Por ello la teoría del valor de Carlos Marx se basa justamente en la idea de que los productos tienen un precio en el mercado de acuerdo con el tiempo de trabajo "socialmente necesario" invertido en ellos.
La teoría marxista del valor trabajo solo es aplicable al sistema capitalista, en cuanto economía de mercado fundada en la explotación de la fuerza de trabajo asalariada. Pero esto, que los empresarios hacen todos los días: hacer dinero a costa de explotar a sus trabajadores, no es lo que dice la teoría económica burguesa dominante que hacen.
Sus apologetas ocultan sistemáticamente la realidad de la explotación y opresión de una clase por otra, haciendo creer que no es el valor trabajo sino la "utilidad" de lo producido lo determinante. Pero la crisis sigue dando lecciones de economía política.
Actualmente, en el Reino de España, asistimos a la caída de los salarios y con ello a mayor ganancia para los empresarios, que es siempre trabajo no pagado, esto es, plusvalía capitalista, en la terminología marxista.
En este sentido tenemos dos casos: la prolongación de la jornada de trabajo, por la vía de los millones de horas extraordinarias ilegales, que no se pagan. Y una cuestión adicional, la explotación laboral de becarios y becarias, ya sea por su remuneración irrisoria y sin remuneración alguna.
Las horas trabajadas ilegalmente son las que exceden de la jornada laboral ordinaria. Ascienden en nuestro país a tal cantidad de millones que con todas ellas se podían haber creado 273.315 puestos de trabajo a tiempo completo, en el pasado año 2014. Y esto, con una tasa de paro del 23,6%, es un contrasentido que solo se justifica por el lucro de los empresarios desalmados y los gobiernos a su servicio.
Así, en lugar de penalizar las horas extras el Gobierno de Rajoy autorizó que la hicieran hasta en la contratación a tiempo parcial. Y así hemos llegado a 7 millones de horas extras cada semana y que los empresarios solo paguen el 40% de las mismas, pese a cotizar por ellas menos que hace 15 años.
Por otro lado, el "chollo" de los becarios y las becarias en las empresas, gracias al "limbo legal" que la crisis ha agudizado. La tasa de desempleo juvenil asciende al 55,48%, y esto explica que el 87% de las empresas tengan becarios de 16 a 29 años. En muchos casos son contratados en fraude de ley, haciendo que ocupen puestos de trabajo.
España es el 2º país de la Unión Europea con más becarios titulados, pero de de ellos solo el 42% recibe alguna compensación y de éstos el 70% lo que recibe es una cantidad irrisoria. Algunos becarios enlazan varios contratos de formación durante años, caso de los periodistas, porque no encuentran trabajo.
La Oficina Precaria lanzó hace meses una campaña de "No más becas por trabajo" enfocado a la denuncia judicial y ante la Inspección de Trabajo. Ahora, ha comenzado la campaña Los becarios de la Universidad Complutense de Madrid no queremos trabajar gratis, que lleva recogidas ya 77.000 firmas.
Denuncian que trabajen sin remuneración alguna y ser utilizados "como mano de obra barata, con el único objetivo de ahorrar dinero y provocando la destrucción de los puestos de trabajo". No por casualidad el aumento de becarios fue nada menos que del 350% en los últimos años.
Fdo: Encarna Ruiz Galacho
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