La presidenta de la Junta, Susana Díaz, se vanagloriaba hace un año de "la joya de la corona", que decía ser la sanidad pública en Andalucía ". Y eso, cuando la inversión pública en la sanidad había caído en la región un 11% desde 2010, atravesaba por una reducción de personal (5.576 profesionales), el colapso de las urgencias, las kilométricas listas de espera, la pérdida de camas hospitalarias y el descontento de los usuarios.
Andalucía es la región con menos presupuesto para la sanidad pública por habitante de España, mil euros por persona, frente a los 1.232,60 € de media a nivel estatal y 1.5084,73 € del País Vasco. En 2016 la Junta de Andalucía solo gastó el 27,5% de los 98,1 millones de € presupuestados para invertir en el sistema sanitario.
La presidenta de la Junta también se jactaba de no tener mareas blancas en su territorio. Claro que, después de la marea de Granada, el pasado otoño, la cosa cambió. Y no digamos ante las manifestaciones del 15 de enero, en las ciudades de Granada, Málaga, Huelva y Sevilla, y en las que participaron un total de 120 mil personas. Todo un salto cualitativo.
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Manifestación enero 2017 en Andalucia |
Según la Sra Presidenta no era el hecho reivindicativo el que movilizaba, sino el PP el que movía los hilos, y por lo cual esgrime que las mareas le hacen el juego a la derecha. Pretexto que, ciertamente, el PSOE siempre ha utilizado para desprestigiar a la izquierda que le hace pupa.
Pero, ahora, la Sra Díaz lo tiene más difícil, porque es ella, precisamente, la que ha defendido, en su partido, la estrategia de prestar más servicios a la derecha, dejando que el PP de Mariano Rajoy gobierne otros cuatro años.
A esto, que, en el Parlamento andaluz, PSOE y Ciudadanos vetaron la petición de pleno extraordinario, solicitada por Podemos e Izquierda Unida, porque estas formaciones les iban a dejar en evidencia. También rechazan la comparecencia del consejero de Salud. Piensan que cuanto menos se hable del asunto, mejor para ellos.
La marea de Huelva logró paralizar la fusión de los dos hospitales de la ciudad y denuncia la pérdida del 10% de la plantilla de ese complejo hospitalario, la eliminación del 10% de las camas y el aumento de la eventualidad del personal en un 25% en los últimos cuatro años, las carencias hospitalarias en la Sierra y las carencias del Hospital comarcal de Riotinto.
En la provincia de Sevilla, junto a la pérdida del 11% de las camas hospitalarias, está paralizado el proyecto del Hospital Militar y el Hospital comarcal de Morón de la Frontera; y se pide la eliminación de las caracolas que funcionan como centros de salud en Coria del Río y en Santiponce.
El pasado 29 de enero unas 5 mil personas se manifestaron en Jerez de la Frontera, con el lema "La sanidad no se vende, se defiende". Y que convocaron personas afectadas por los problemas y dispuestas a dar soluciones masivas.
Esto explica que algunas cabezas hayan terminado rodando: el viceconsejero de Salud y el gerente del SAS han sido cesados. Y lo más importante : la Sra Díaz ha tenido que derogar la normativa de fusiones hospitalarias, que desde hace cuatro años llevaba su gobierno entre manos.
Un dato adicional: los sindicatos CCOO y UGT, cuyo apoyo al gobierno socialista andaluz es proverbial, se opusieron a las manifestaciones del 15 de enero. Algo que, como mínimo, se llama ser unos sindicatos poco combativos y, por supuesto, muy poco inteligentes. Porque las mareas han llegado para quedarse.
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