domingo, 29 de enero de 2017

LENIN Y LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

Este año se conmemora el centenario de la revolución rusa de Octubre (1917) y ya se preparan homenajes y seminarios al respecto. Hablamos de la revolución más emblemática del siglo XX. Y no solo porque dio nacimiento a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el primer Estado obrero y plurinacional del mundo, que ya sería suficiente.
Lenin en un discurso en plena Revolución Rusa.

La revolución de Octubre fue acontecimiento colosal que determinó la trayectoria del siglo XX. Por eso, después del desplome de la Unión Soviética (1991) también pudo darse por acabado el propio siglo XX, históricamente hablando.
Una revolución es más que una insurrección y bastante más que una revuelta; y es una exigencia contar con un partido de vanguardia. En este caso, el partido bolchevique, (mayoritario en ruso), porque se gestó a la izquierda del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR). En aquella época los partidos obreros de inspiración marxista solían llamarse socialdemócratas.
La obra de Vladimir Ilich Ulianov (1870-1924), Lenin, es inseparable del Partido Bolchevique, de la revolución rusa y de los primeros pasos de la Unión Soviética, que presidió.
Su obra escrita excede a los 60 volúmenes, y  esto porque, conforme a la más pura tradición marxista, Lenin fue un intelectual y un dirigente político de primer orden.
Y a que su escritura es dialéctica y se basa en  "el análisis concreto de la situación concreta". (Algo que suelen olvidar o ignorar los reclamos del leninismo).
No por casualidad uno de sus libros primeros su investigación del terreno: "El desarrollo del capitalismo en Rusia".
Como otros revolucionarios rusos, el joven Lenin se formó en la lucha contra la monarquía zarista, siendo por ello deportado a Siberia en 1897. Tres años después se exilió en Suiza, desde donde  edita el periódico Iskra, La Chispa (de la que saldrá la llama).

En 1912,  los bolcheviques eran el partido más importante de las ciudades rusas y su toma del  poder, el 25 de octubre de 1917, fue incruenta. La Guardia Roja tomó no solo el Palacio de Invierno, sino todas las instalaciones públicas y privadas que exigía  dominar el aparato estatal, empezando por los bancos y las centrales eléctricas, las comunicaciones y estaciones ferroviarias, y los demás resortes de la economía.
"Hacer lo mismo que en Rusia", fue la consigna que recorrió las trincheras y convirtió a Octubre en el gran mito dinamizador.
Los primeros pasos del gobierno bolchevique, presidido por Lenin, fueron la paz para los soldados, la tierra para los campesinos y el control de las fábricas para los obreros.
Pero la guerra civil, provocada por la contrarrevolución y la intervención de las potencias extranjeras, obligó  a los bolcheviques a crear el Ejército Rojo, en febrero de 1918 . Una tarea formidable que dirigió Leon Trotsky (1879-1940), otro de los titanes del Octubre Rojo, en calidad de presidente del Comité Militar Revolucionario.
Lenin y la III internacional Comunista 
Frente a los gobiernos burgueses, los partidos y sindicatos nacientes de la Internacional Comunista (1919) lanzaron las consignas de apoyo y simpatía. Incluso el laborismo británico (socialdemócratas) tuvo que contemporizar con el llamamiento : "Dejad tranquila a Rusia" frente al intervencionismo del imperialismo anglofrancés.
Hasta 1922 no terminó la guerra civil, que dejó a la Unión Soviética con la economía destruida y diezmada su clase obrera.  Y esto tendría funestas consecuencias para el poder obrero y la alianza obrero campesina.
Hasta aquí algunos datos. Ya volveré con más.  
Porque, cabe temer que algunas conmemoraciones "institucionales" de Lenin hagan más hagiografía que análisis. Y entiendo que  lo leninista es aprender sobre todo de los errores, y hacer una política de la verdad.


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sábado, 21 de enero de 2017

40 AÑOS DEL ASESINATO DE ATOCHA

Dentro de unos días se conmemora el 40 aniversario del asesinato de cuatro abogados y un auxiliar del despacho laboralista de CCOO, en la calle Atocha nº 55 (Madrid). Un total de cinco muertos y cuatro heridos de gravedad. El asesinato fue cometido la noche del 24 de enero de 1977 por una de las bandas fascistas  de la época, conocida por "la mafia del transporte".
Escultura de Juan Genovés, conocida como El abrazo o Amnistía, que conmemora el asesinato de los abogados laboralista de Atocha.

Ese día la huelga del transporte de viajeros de Madrid, que solo había durado 5 días, ya había terminado. Y razón por la cual, en el despacho de Atocha, se había montado una guardia para informar a los trabajadores.
Los asesinos buscaban al líder de la huelga, Joaquín Navarro Fernández, para matarlo, pero éste había bajado a la calle, y al no encontrarlo en el despacho, acribillaron a los abogados allí reunidos.

Cinco fueron los criminales procesados, y uno de ellos murió durante la instrucción del sumario y otro se fugó, aprovechando un permiso carcelario otorgado por  un juez de su misma calaña.
Al final quedaron tres en la cárcel, donde estaban como en un hotel, y donde sin arrepentimiento alguno celebraban su "hazaña" cada aniversario. Tenían una condena de varios cientos de años, que no cumplieron, saliendo libres catorce años después.
Joaquín Navarro era militante del Partido Comunista y de CCOO y después del asesinato permaneció escondido un mes en Madrid, hasta que pudo salir de  España rumbo a Bucarest, donde fue atendido por la famosa doctora Aslam;  y de allí se trasladó a la Unión Soviética, donde fue tratado como un héroe. Justo, en Moscú, el Primero de Mayo de 1977 conoció a la presidenta del PCE, Dolores Ibárruri, Pasionaria.
Tras regresar a España, Joaquín participó en la película 7 días de enero, del cineasta comunista Juan Antonio Barden; aportó algunos detalles al guión de la película, realizado por el propio Barden y Gregorio Morán, y como actor, hizo el mismo papel de líder que había desempeñado en la huelga.
La película fue estrenada en España en 1978 y en Sevilla, la vimos en el cine Regina; también se presentó al festival de cine de Moscú, en 1979, donde recibió un premio.
A todo esto, decir que Joaquin Navarro es natural de Sevilla, nació en la población de Coria del Río, en 1932, y emigró a Francia en 1960. Allí se hizo mecánico,  se afilió al sindicato comunista CGT e ingresó en el Partido Comunista de España.
Joaquin Navarro en la actualidad
En el pasado mes de noviembre vino a Sevilla a presentar su libro "Memorias de Joaquín Navarro. Aprendiendo de los trabajadores". Un libro que a este hombre, ya enfermo y con 84 años le han escrito en la Fundación de Estudios e Iniciativas Sociolaborales de CCOO del País Valenciano, donde vive desde 1985. Y que ha sido coeditado por esta institución, la FSC de CCOO y la Fundación 1º de Mayo.
La presentación del libro, como estaba anunciado, tuvo lugar en Sevilla el 30 de noviembre pasado, en el Teatro Duque, al ser promovido por la Unión Provincial de CCOO, y cuyo responsable, Alfonso Vidán, estuvo presente; y  junto a éste,  Francisco Alfonsín, presidente  de la Fundación de Estudios Sindicales y Cooperación de Andalucía.
Y esto pese a que dos días antes hubo una orden de anulación del acto, por la jefatura superior del sindicato en la sombra. Esgrimiendo unas duras acusaciones sobre el libro y su protagonista. Que ya están tardando en aclararse.


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